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Ruta a El Molinar



 

Junto al río Jucar, escondido en un bello enclave natural, en la localidad de Villa de Ves, se encuentran el embalse del Molinar, y el santuario del Cristo de la Vida. Como vigilante de todo el paraje, se alza este santuario sobre uno de sus más altos cerros.

Nuestro paseo, después de haber disfrutado con las vistas que nos ofrece la carretera que nos conduce a la presa, y después de haber visitado el santuario que domina todo el embalse (merece la pena esta parada), se encuentra un poco más adelante, en la aldea del Molinar. Una vez pasada la presa continuamos en coche hasta donde se bifurcan dos caminos. Casi mejor dejar el coche en este lugar que en la aldea, pues es una bajada algo pronunciada. La aldea del Molinar, donde comienza nuestra ruta, era la aldea donde vivían los obreros que construyeron la presa y la central hidroeléctrica a golpe de pico y barrena.

Desde aquí, y dejando el río a nuestra izquierda, comenzaremos un agradable paseo lineal, donde la vegetación de rivera se hace densa. Caminaremos entre altas paredes de roca excavadas por el tiempo y por el agua, encontrándonos a nuestro paso con algunos vestigios de la construcción de la central, como los restos de un antiguo puente, túneles y ya en el final del trayecto la misma central, una de las más antiguas de España.

A veces podemos encontrarnos en la zona escaladores aprovechando las paredes del cañón, o piragüistas navegando por el río. En verano, además de darnos un baño, se puede hacer más largo el paseo, pues cruzando el río, nos encontramos en la otra margen un camino por el que transitar cómodamente.

En primavera, las adelfas salpican de flores rosas toda la rivera. En cambio en otoños los árboles llenan de ocres y marrones ambas márgenes del río.

En definitiva, un agradable paseo de algo más de 3 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, por debajo de la serrezuela de la pared, y al lado del Júcar, disfrutando de la abundante vegetación, del sonido del agua, y de las formas de las rocas en la profundidad del cañón.




Alfonso Cartagena Salgado
Montañero